miércoles, 5 de octubre de 2011

FORMATIVA

OSIRIS HUNBERTO MEDINA GUZMAN

La evaluación formativa, viene a ser una modalidad de reciente data en el contexto educativo venezolano, su administración e implementación en los niveles: básicos, medios y en la educación superior por parte de los docentes ha sido restringido y a veces impopular, dado el exiguo nivel de información que ha tenido esta modalidad de evaluación, tal y como lo demuestran investigaciones previas a este trabajo. La oferta de cursos y sobre la administración de la evaluación formativa y su instrumentación en el aula de clase ha sido prácticamente inexistente. Este trabajo ha sido diseñado con la intención de  hacer algunos a su conocimiento, divulgar las bondades de esta modalidad y, al mismo tiempo sugerir algunas estrategias para su operatividad  en el aula. Es así como se propone un modelo operativo para obtener un provecho significativo de su administración teniendo como propósito primordial un sostenido del rendimiento académico de nuestros .
 
            de los problemas más ingentes  en nuestro medio educativo es el divorcio existente entre el proceso instruccional y la evaluación. La instrucción como un proceso de información-formación  y la evaluación como una comprobación de la adquisición por parte de los estudiantes. Es cierto que el propósito de la evaluación no es comprobar, sino mejorar, lo cual le confiere un carácter mediador (no finalista), por lo tanto ejerce una función que se inserta y forma parte fundamental del programa instruccional. Tradicionalmente se ha desvinculado de una manera sistemática los dos procesos. Por su parte la evaluación formativa, como lo dice Rotger (1990) tiene un carácter eminentemente procesal, tal modalidad es orientadora y no prescriptiva,  dinámica y, marcha paralelamente con los objetivos o propósitos que pautan la instrucción.

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